"La CIDH manifiesta su alarma ante la represión masiva contra manifestantes en Venezuela, así como por las preocupantes cifras de detenciones arbitrarias registradas (…) CIDH urge a las instituciones del Estado a cesar la represión, a garantizar los derechos de las personas privadas de la libertad y, especialmente, a poner en libertad inmediatamente a toda persona detenida de manera arbitraria", afirmó la Comisión en un comunicado.
Asimismo, la Comisión señaló que mientras los detenidos permanecen bajo custodia no han podido comunicarse con sus familiares y no han tenido acceso a una defensa, por lo que se han producido "violaciones a la integridad personal".
La crisis en Venezuela se agravó el 23 de enero, cuando el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral, de mayoría opositora) Juan Guaidó, se juramentara como "presidente encargado" del país.
El jefe del Estado Nicolás Maduro, quien asumió el segundo mandato el 10 de enero, calificó la declaración de Guaidó como un intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
Además, tachó al líder opositor de 35 años de "marioneta de Estados Unidos".