El hospital informó en un comunicado que Bolsonaro recibió el alta el alta esta mañana y que "presenta buena evolución clínica, sin sangrados ni disfunciones orgánicas".
La operación fue la tercera que se le realizó al mandatario desde que fue apuñalado en el abdomen a principios de septiembre del año pasado durante la campaña electoral.
El presidente no quiso ausentarse del cargo durante la recuperación y ordenó montar una pequeña oficina en el hospital en la que reunirse con ministros y su equipo de colaboradores.
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Sin embargo, por el momento el equipo médico le prohibió hablar, porque al hacerlo es posible que gases y aire entren en su cavidad abdominal, provocando dolores y difcultando la cicatrización.
Por el momento, si continúa con una buena evolución, se espera que Bolsonaro reciba el alta a finales de la próxima semana.
