"Estados Unidos ha dicho a través de distintos portavoces que todas las soluciones están sobre la mesa. Pues bien, nosotros no compartimos esta posición", dijo Borrell en una comparecencia ante el Congreso de los Diputados.
En concreto, el canciller afirmó que "el apoyo a una salida electoral nos diferencia de Estados Unidos".
En su comparecencia, Borrell dijo que España no hará "seguidismo de nadie" y, en consecuencia, se limitará a "trabajar a su propio ritmo de acuerdo con sus propias razones".
El canciller español volvió a recordar que España no reconoce la legitimidad del presidente venezolano Nicolás Maduro porque las elecciones de mayo de 2018 "no fueron libres ni justas".
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Pese a ese no reconocimiento, España mantiene que Maduro es actualmente la persona con los "resortes administrativos" para convocar unas elecciones generales, por lo que su petición de unos nuevos comicios va dirigida directamente a él.
En caso de no hacerlo, España reconocerá al autoproclamado Juan Guaidó como el presidente legítimo del país, a quien también exigirá la celebración de nuevas elecciones.
"La única salida desde la política a la crisis aguda que vive el país debe ser la convocatoria de unas elecciones presidenciales. A esas elecciones deben poder concurrir en igualdad de condiciones las formaciones políticas opositoras que en 2018 fueron inhabilitadas", afirmó Borrell.
Según explicó el canciller español, Madrid no busca propiciar un escenario de "cambio de régimen", sino que se limita a trabajar para que los venezolanos "puedan expresarse libremente" en unas nuevas elecciones.