"Llaman a la calle porque buscan desestabilizar; quieren imponer desde el imperialismo y sus aliados un Gobierno títere en Venezuela, pero no van a poder, este es un pueblo que está claro y este pueblo no quiere desestabilización no quiere violencia, no quiere intervención extranjera", expresó.
El presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral, de mayoría opositora) Juan Guaidó, convocó el 27 de enero a dos movilizaciones, una para el 30 de enero y otra para el 2 de febrero, con las cuales aseguró continuarán en las calles para lograr la salida del mandatario Nicolás Maduro.
"Ayer (27 de enero) anunciamos nuestras próximas manifestaciones y acciones pacíficas, la unión de nuestras voces en la calle es clave para seguir avanzando en la ruta que nos hemos trazado: cese de la usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres", escribió Guaidó en la red social Twitter.
En ese sentido, el constituyente recordó que en su país existe la libertad de protesta dentro del margen de lo que establecen las leyes venezolanas.
"En Venezuela hay una democracia y ellos tienen sus derechos constitucionales vigentes para marchar y se han otorgado todos los permisos para que ejerzan libremente el derecho a manifestar siempre y cuando lo hagan en el marco de la ley pacíficamente", destacó.
Las protestas contra el Gobierno se iniciaron el 21 de enero, tras el alzamiento de un grupo de militares que intentaron tomar el control de una unidad castrense en el oeste de la capital venezolana.
"Hay que elogiar que la mayoría lo hizo pacíficamente, pero hay conatos, hay grupos violentos allí que los están financiando desde afuera, están recibiendo plata de Estados Unidos, de España, de Francia, para generar caos, para generar violencia en Venezuela, y eso no se va a tolerar", acotó Ortega.
Por su parte, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reseñó el 28 de enero que desde que comenzaron las protestas antigubernamentales han muerto 35 personas en diez estados del país.
Para Ortega, los ciudadanos fallecidos responden a la violencia registrada por algunos grupos que buscan la desestabilización.
"Hubo grupos criminales dirigidos por la oposición que atacaron negocios, que saquearon negocios de personas, comerciantes, de gente que tiene su capital de trabajo allí (…) ¿Entonces qué anda buscando la oposición?, ¿el caos?, ¿el desabastecimiento? y por eso actúan de esa manera, esos grupos no son pacíficos, no todos fueron pacíficos", sostuvo.
En Venezuela se incrementó la tensión desde el 10 de enero, cuando el presidente Maduro fue juramentado por el Tribunal Supremo de Justicia para su segundo mandato hasta el año 2025.
El jefe del Estado venezolano calificó la declaración de Guaidó como un intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
Varios países del continente americano, con EEUU a la cabeza, desconocieron a Maduro y expresaron su apoyo a Guaidó; otros, como México y Uruguay, se abstuvieron de hacerlo ofreciéndose para mediar en una solución política de la crisis.
Por su parte, Cuba, Bolivia y El Salvador reafirmaron el respaldo al actual Gobierno venezolano.
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A nivel global, Rusia, China, Irán y Turquía, entre otras naciones, manifestaron su apoyo a Maduro.