"¡Qué bueno sería que el próximo año, en vez de 15% de extrema pobreza estemos con 11% o 12%! (…) La reducción de la pobreza es nuestra meta, nuestra responsabilidad", planteó el gobernante tras tomar juramento al gabinete de 20 ministros, con siete cambios, con el que iniciaba el último año de su tercer mandato.
Entre los cambios en el gabinete, destacaban los retornos de Juan Ramón Quintana, de nuevo ministro de la Presidencia tras desempeñarse en los últimos años embajador en Cuba; y Luis Arce, artífice de la exitosa política económica "sociocomunitaria" que se había dado un descanso de más de un año por problemas de salud y es otra vez titular de Economía.
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Oro retorno destacado era el de Oscar Coca, dos veces exministro y últimamente gerente de la telefónica estatal, quien ejercerá como ministro de Obras Públicas, encargado de un ambicioso proyecto de corredor ferroviario bioceánico.
La senadora campesina Nélida Sifuentes asumió como ministra de Desarrollo Productivo y el exdiputado Manuel Canelas, quien era viceministro de Planificación, juró como nuevo ministro de Comunicación.
Entre los ratificados estaban los considerados hombres fuertes del gabinete, como el canciller Diego Pary, y los ministros de Gobierno, Carlos Romero; de Justicia, Héctor Arce, y de Educación, Roberto Aguilar.
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Morales remarcó que el nuevo equipo gubernamental debe esforzarse por dar un sentido social a las políticas económicas, con atención preferente a los problemas de los más pobres.
"El crecimiento económico debe convertirse en patrimonio del pueblo (…), pero inversión y tema social hay que combinarlos para bien de nuestra querida Bolivia", señaló.
Morales tomó juramento a su gabinete luego de una larga reunión con empresarios del departamento oriental de Santa Cruz con los que, según dijo, identificó nuevas pareas de cooperación a corto y largo plazo.
