"El retorno a un penal [de Fujimori] no lo puede decir el Instituto de Medicina Legal porque es el INPE el único que puede responder a la pregunta de si su tratamiento se puede cumplir o no en una prisión", afirmó el abogado César Nakazaki a la radio RPP.
En ese sentido, Nakazaki afirma que es el INPE quien debe evaluar si existe una cárcel en la que el expresidente pueda seguir su tratamiento a la vez de cumplir con su condena.
Si el INPE no cuenta con un penal donde Fujimori reciba el tratamiento ambulatorio que su condición precisa, no podría ser reingresado a prisión, asegura su abogado.
De acuerdo al informe del Instituto de Medicina Legal, Fujimori sufre de fibrilación auricular paroxística, una dolencia cardiaca que tiene bajo control; además de episodios de ansiedad.
Alberto Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad cometidos durante su mandato.
En diciembre de 2017 recibió el indulto de su pena de parte del expresidente, Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), por motivos humanitarios debido a su supuesto mal estado de salud.
El indulto fue apelado luego por los deudos de las víctimas de Fujimori.
El 3 de octubre del año pasado, el Poder Judicial falló en favor de los deudos, declarando la anulación del indulto por no ajustarse a las normas de derecho internacional relacionadas a crímenes contra la humanidad.
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En esa clínica permanece hasta la actualidad.
Los deudos de las víctimas exigieron que se practique un examen a la salud de Fujimori pues alegaron que éste estaría usando su estadía en el centro médico como pretexto para evitar su retorno a prisión.
La diligencia médica se realizó el 16 de enero, determinándose luego que el exmandatario está estable y que puede cumplir su condena de manera ambulatoria en un penal de Perú.