"Toda la política migratoria de México va orientada a la defensa de los derechos humanos de todos los migrantes", dijo el mandatario en conferencia de prensa en el Palacio Nacional.
López Obrador se refirió a los 11 millones de mexicanos que viven en EEUU, que son objeto de la política antiinmigrante del presidente de EEUU, Donald Trump, mientras que a la frontera sur con Guatemala llegan cientos de hondureños en una nueva caravana que partió el 14 de enero y ha sido recibida con ofertas de visas de trabajo.
El presidente se refirió a su reciente reunión anual de política exterior con embajadores y cónsules en la que planteó fortalecer los 50 consulados de México en EEUU.
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Esas delegaciones mexicanas "se van a convertir en una especie de procuradurías para la defensa del migrante, esas son instrucciones que he dado a la Cancillería", dijo el presidente.
Acerca de la nueva diplomacia, se refirió al "giro" que ha dado con base basada en el Artículo 89 de la Constitución, la llamada Doctrina Estrada que data de 1930.
Esos principios, recordó que son los de "la no intervención, la solución pacifica de las controversias y cooperación para el desarrollo, sobre eso hacemos nuestra política exterior".
El propósito de la administración de López Obrador, que comenzó su gestión el 1 de diciembre pasado, es mantener buenas relaciones con todos los gobiernos del mundo.
"No pelearnos con otros gobiernos, respeto mutuo, esto nos ha ayudado bastante, tenemos muy buenas relaciones con todos los gobiernos, con EEUU, con Guatemala y todos los gobiernos", afirmó el mandatario mexicano.
En octubre del año pasado entraron varias caravanas con unos 10.000 centroamericanos, de los cuales unos 2.500 hondureños continúan en la frontera norte con EEUU, pero solo un 3% tiene posibilidad de lograr asilo en ese país, en trámites que podrían durar meses, según el Gobierno de Honduras.
