Según el último informe presentado por las autoridades, la cifra de personas muertas ascendió a once y la cifra de heridos subió a 87, de las cuales 79 fueron trasladadas a centros de atención y ocho que no ameritaron su traslado y fueron valoradas en el lugar donde se registró el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander.
Por lo menos tres de los fallecidos serían miembros de la guardia de la escuela, quienes persiguieron por unos metros el vehículo Nissan Patrol color gris, modelo 1993, que era conducido por un hombre identificado por la Fiscalía como José Aldemar Rojas Rodríguez, quien violó el control de acceso a esa sede de la Policía y que también murió en el hecho.
La información preliminar indica que Rojas, de 56 años, no tenía antecedentes judiciales, era manco de su mano derecha y residía en la localidad de Boja, en Cubará (Boyacá, centro), zona limítrofe con el departamento de Arauca (frontera con Venezuela), donde compró el coche en mayo del año pasado.
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En el momento de la detonación, el vehículo estaba cargado con 80 kilos de pentolita, indicó la Fiscalía.
Hasta el momento ningún grupo se ha adjudicado el atentado, mientras que las autoridades buscan dar con los autores intelectuales del crimen.