"El Instituto Nacional de Migración elaboró un plan para migraciones masivas en el que se prioriza la protección a la niñez migrante, bajo coordinaciones interinstitucionales, hasta las 7:00 horas (13:00 GMT) se habían registrado 1.274 hondureños", informó Mena.
De los 1.274 hondureños que ingresaron a Guatemala, 890 son hombres y 384 mujeres, además se registró a 161 niños y 130 niñas, quienes entraron por la frontera ubicada en el departamento oriental de Chiquimula.
Mena indicó que en la frontera de Agua Caliente (noroeste), en el departamento de Chiquimula, solo se permitirá el ingreso de aquellos que cumplieran con todos los requisitos legales.
"Al momento no ha existido ningún retorno voluntario, se han colocado dos puestos de control y seguridad para que el ingreso de los mismos y registro se realicen de forma ordenada", agregó la portavoz de INM.
Además, Aquiles Magaña, secretario ejecutivo del Consejo Nacional para la Protección y Desarrollo de la Persona Migrante y su Familia (Conmigrante),, dijo a Sputnik que un grupo de alrededor de 150 salvadoreños partieron la mañana del 16 de enero en caravana hacia EEUU, por la frontera con Guatemala, pese a una campaña de disuasión estatal sobre los riesgos.
"A pesar de la labor de disuasión, hoy miércoles [16 de enero] por la mañana llegaron grupos de salvadoreños a la frontera con Guatemala, en La Hachadura, donde el organismo autónomo ofreció servicios de protección a mujeres, menores y adolescentes", en ese punto de la carretera Panamericana, dijo Magaña a esta agencia vía telefónica desde San Salvador.
La "labor disuasiva" consiste en informar a los migrantes "de las amenazas que pueden enfrentar en el camino, y en la frontera norte de México con EEUU, que el presidente (Donald) Trump ha militarizado", dijo el responsable de vigilar las políticas migratorias de las autoridades salvadoreñas.
Conmigrante es una entidad autónoma del Estado, que integran más de 70 entidades del Gobierno y universidades, responsable de monitorear las políticas migratorias y asistir a la población fuera del país, presidida por la cancillería y la dirección general de Migración y Extranjería.
Los migrantes, que pretenden unirse al grupo de más de 1.000 hondureños que comenzaron a llegar a Guatemala en ruta hacia la frontera norte de México con EEUU, recibieron información acerca de los riesgos del crimen organizado en la travesía de más de 4.000 kilómetros, con mapas de las rutas tradicionales de migrantes y de 90 albergues manejados por la Iglesia Católica y organismos de ayuda a migrantes.
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La entidad también se coordina con la Organización Internacional para las Migraciones, el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para Refugiados y la Cruz Roja Internacional para ofrecer servicios de protección a las personas que haya decidido viajar por su propia voluntad.
"Cuando los migrantes salen de territorio nacional, la red consular se encarga de monitorear su situación y ofrecer un servicio de repatriación mediante acuerdos con los gobiernos de Guatemala y México, para quienes soliciten el retorno", dijo Magaña.
Cooperación con México
Las autoridades de cuatro países involucrados en la caravana, excepto EEUU, realizaron reuniones "para darle sustancia al acuerdo de cooperación, acordado el 1 de diciembre de 2018, en la capital mexicana", en el marco de la toma de posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la sede de la cancillería salvadoreña, las delegaciones trabajaron para dar seguimiento al Plan de Desarrollo Integral regional, dijo Magaña.
El presidente mexicano reiteró este miércoles que respetará los derechos humanos de los centroamericanos "en el caso de que los gobiernos de Centroamérica no hagan la labor de convencer para que los migrantes se queden a trabajar y les ofrezcan opciones alternativas para trabajar" en sus países.
El funcionario salvadoreño comentó que "disculpamos al presidente López Obrador por su comentario a la ligera, porque tiene poco tiempo de haber asumido el cargo, y desconoce lo que hemos estado haciendo en los últimos diez años" en la región.
Entre ellos están "acuerdos en áreas de desarrollo económico en los territorios, políticas de protección, acuerdos bilaterales y multilaterales de cara la nueva política migratoria mexicana, que subraya el aspecto de protección humanitaria".
México ofrece programas de empleo temporal o reubicación mientras se llega a una solución más estable y permanente dijo el titular del organismo estatal.
Finalmente, Magaña indicó que las autoridades salvadoreñas "estamos optimistas de que vamos a tener mejor entendimiento que con las anteriores administraciones, porque el nuevo mandatario facilitará mucho la conversación con la administración Trump".
La diferencia con la política de la Casa Blanca es que "EEUU, a través de la Alianza para la Prosperidad regional aborda la migración irregular con un enfoque de seguridad nacional, con acciones contra crimen organizado, el narcotráfico y trata de personas", explicó el titular del organismo autónomo.
En ese marco, El Salvador es "el país que más ha cumplido los planes regionales y el numero de deportados de EEUU es menor en la región", comparó.
La población salvadoreña que emigra para huir de la pobreza y la violencia es menor que la hondureña "porque la sociedad está mejor informada sobre riesgos y amenazas" en la rutas para llegar a la frontera norte.
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"Allá no los esperan con los brazos abiertos, sino con más de 5.000 efectivos militares en la frontera de EEUU, que no ofrece asilo, y a los detenidos los confinan en recintos saturados, en condiciones que ponen en riesgo su vida", puntualizó.
Miles de centroamericanos permanecen en la frontera de México con EEUU en espera de poder solicitar asilo político.
