"Tienen proyectado que vengan. Ellos tienen la experiencia; hay cortinas de oportunidades para que encuentren trabajo en Chiapas, Guerrero y por donde pasen. Esa caravana de miles finalmente llegará a la frontera, y se debe diversificarlos a los puertos fronterizos", comentó Juan Manuel Gastélum al diario 'El Sol de Tijuana' tras su reunión con el jefe de Protección Civil, David León, y el comisionado del Instituto de Migración, Tonatiuh Guillén.
Miles de centroamericanos han llegado a México desde octubre con la esperanza de solicitar asilo en EEUU para escapar de la pobreza y la violencia que viven en sus países.
Muchos lograron ingresar legalmente a EEUU, pero miles se entregaron o fueron capturados tras cruzar la frontera, pasando semanas e inclusos meses en centros de detención de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP, por su sigla en inglés).
Una niña de 7 años y un niño de 8, ambos del norte de Guatemala, murieron en diciembre mientras estaban bajo custodia.
Tras semanas de ayuda a los migrantes en varios estados de México, el Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, cuyo mandato terminó el 1 de diciembre, lanzó un plan de residencia y trabajo temporal para aquellas personas que quisieran esperar el trámite de asilo en el vecino del norte.
El alcalde de Tijuana, donde se han registrado marchas y episodios de violencia contra los inmigrantes, dijo que no se opone a que éstos lleguen a la ciudad siempre y cuando no generen problemas.
"Si van a traer recurso y todos los instrumentos necesarios para que los tijuanenses estemos con tranquilidad, sin el temor de que nos cierren la línea, puedo decir que serán bienvenidos", comentó.
En la zona fronteriza cercana a la ciudad mexicana y a la estadounidense San Diego, las autoridades de EEUU arrojaron gas lacrimógeno el 1 de enero y el 25 de noviembre para frenar el cruce de cientos de migrantes, por lo que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador envió una nota diplomática pidiendo explicaciones.
