"Se está redimensionando el proyecto; muy probablemente no va a ser de 300.000 barriles por día; tenemos ofertas en nuestro escritorio en este momento de refinerías de 100.000 barriles diarios para construirlas (…) en tiempos mucho más cortos, con financiamiento", dijo Pérez a periodistas.
La nueva ubicación podría ser en la ciudad de Esmeraldas o en la ciudad de La Libertad, adelantó Pérez.
También se ha planteado que en el terreno en el que debía erigirse la refinería se construya un parque para producir energía eólica, o que se haga un proyecto agrícola.
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El presidente Moreno tendrá la última palabra, enfatizó el ministro.
Proyecto paralizado
Pdvsa planteó el año pasado una notificación de arbitraje contra el Estado ecuatoriano, basada en el Tratado Bilateral de Inversiones suscrito entre ambos países.
Hasta el momento, según cifras oficiales, la inversión en el proyecto llega a alrededor de los 1.500 millones de dólares, de los cuales la estatal venezolana solo ha aportado 200 millones, muy por debajo de su participación accionaria.
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"Pero (Pdvsa) está reclamando su parte en el proyecto", dijo el ministro.
El ministro aseguró que a pesar de ser un socio minoritario, la empresa venezolana tomó la mayor parte de decisiones relativas al proyecto.
No obstante, siempre se mantuvieron las diferencias, porque Pdvsa buscaba un mercado para su crudo y la parte ecuatoriana quería eliminar las importaciones de derivados.
Según Pérez, junto con la presidencia de la República se trata de echar atrás el comodato, y cuando los dos problemas se solucionen se tomará una decisión definitiva respecto al proyecto.
Conflictos de intereses
En el caso específico del proyecto de Refinería del Pacífico, según el informe realizado por la empresa inglesa RSP Energy LTD, hay 156 millones de dólares de sobrecostos en obras tempranas: terrenos, vías y campamentos, plataforma y acueducto.
La construcción de obras tempranas fue prematura y no hubo una estrategia clara de financiamiento, afirmó la compañía británica.
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RSP Energy LTD también dijo que hay un posible conflicto de intereses puesto que la empresa que gerenció el proyecto también hizo los estudios de ingeniería.
La empresa recomendó reevaluar el proyecto.
La Refinería del Pacífico, de un costo estimado de cerca de 11.000 millones de dólares fue uno de los más ambiciosos proyectos del gobierno de Correa; sin embargo, tras casi ocho años de negociaciones y múltiples anuncios, no logró concretar el financiamiento y el dinero invertido en la remoción de tierras salió de las arcas fiscales.