"(La derogación del decreto) referido al impuesto (…) selectivo al consumo a las casas de juego y tragamonedas, luego de un amplio debate, se aprobó con 8 votos a favor, 5 en contra y una abstención", comunicó la oficina de prensa del Congreso.
En el caso de los casinos y juegos de azar, el impuesto era aplicado directamente sobre un patrimonio de la empresa, ya fuera una máquina tragamonedas o mesa de juegos.
La mayoría de la Comisión consideró, además, que al no gravarse el consumo de un bien o servicio los casinos interpondrían numerosas acciones de amparo para protestar contra la medida impositiva.
La congresista Marisa Glave, de la agrupación Nuevo Perú (izquierda), votó en contra de eliminar el decreto y protestó la decisión aduciendo que los casinos ya gozan de exoneraciones tributarias que, sostiene, le cuestan al Estado dejar de percibir 435 millones de soles (130 millones de dólares) anuales.