"Es importante recalcar que los paros, los cuales son ilegales, no pueden afectar el oportuno control de la delincuencia ni los derechos y la seguridad de la población penal", afirmó el subsecretario de Justicia Juan José Ossa en un comunicado.
Este proceso de negociación se vio truncado cuando las distintas organizaciones de gendarmes acusaron que la directora nacional de Gendarmería, Claudia Bendeck, no los representaba en sus demandas y tras varias críticas, fue desvinculada por el Ejecutivo en septiembre de este año.
Desde ese entonces, las negociaciones se hicieron directamente entre las organizaciones de gendarmes y el ministerio de Justicia.
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Pero esta semana los trabajadores de Gendarmería decidieron cortar las negociaciones e iniciar un paro indefinido que incluye el bloqueo de los accesos a las cárceles, impidiendo el ingreso y salida de los presos.
El subsecretario señaló que las medidas que ha ofrecido el Ejecutivo a las demandas de los gendarmes han sido "satisfactorias" y que "cumplen con las necesidades expuestas por los funcionarios".
"En un escenario de gran estrechez fiscal, las medidas propuestas son un esfuerzo manifiesto del Gobierno, tanto del ministerio de Justicia como de Hacienda", aseguró Ossa.
Entre las principales demandas de los gendarmes figura la de movilidad dentro de la carrera, en la que dicen es muy difícil tener un ascenso en la institución.
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También piden que no se criminalice a los gendarmes al cumplir su labor, criticando que están constantemente expuestos a ser judicializados cuando intentan poner orden dentro de las cárceles.