"La historia y la trayectoria que tuvo la señora Ana González en relación a la defensa de los derechos humanos, en relación a los delitos cometidos durante la dictadura, va a ser algo que nuestro país va a recordar siempre", señaló la subsecretaria de Derechos Humanos de Chile, Lorena Recabarren, en conferencia de prensa.
Desde entonces, González se convirtió en uno de los principales emblemas de la búsqueda de la verdad en temas relacionados a delitos de lesa humanidad, principalmente desde la plataforma que fundó: la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
González murió sin conocer el paradero de los cuerpos de sus familiares.
Su familia publicó la información y la dirección del velatorio en el sector sur de Santiago, para que la gente pueda ir a darle el último adiós.
Durante la dictadura de Pinochet cerca de 28.000 personas fueron torturadas, 3.197 fueron asesinadas y unas 200.000 fueron obligadas al exilio, según cifras oficiales.