"Durante la madrugada [del lunes 8 de octubre] ha continuado ganando en organización e intensidad, con vientos máximos sostenidos de hasta 110 kilómetros por hora con rachas superiores, y su presión central ha disminuido hasta 983 hPa (hectopascales), por lo que está muy próxima a la categoría de huracán", precisó el Instituto de Meteorología en su aviso de ciclón tropical número 6, emitido a las 06:00 horas (10:00 GMT).
"Michael se convirtió en huracán y se espera que continúe fortaleciéndose", consignó el organismo en su página web en su reporte de las 15:00 GMT.
Según los meteorólogos cubanos, el centro de Michael se estimó en los 20,7 grados de latitud norte y los 85,5 grados de longitud oeste, posición que lo sitúa a unos 140 kilómetros al sur-suroeste del Cabo de San Antonio, en la provincia cubana de Pinar del Río, extremo oeste de la isla.
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El aviso precisa que durante las próximas 12 a 24 horas, la tormenta tropical Michael continuará su movimiento con rumbo próximo al norte, aumentando gradualmente su velocidad de traslación —ahora lo hace a 11 kilómetros por hora—, y ganando más en organización e intensidad para convertirse en un huracán antes del mediodía.
El aviso explica que las lluvias asociadas a esta tormenta tropical afectarán a toda la mitad occidental de Cuba, donde serán fuertes e intensas en algunas localidades, principalmente en las provincias de Pinar del Río y Artemisa (oeste), y en el municipio especial Isla de la Juventud (suroeste).
También pueden ocurrir tormentas locales severas en algunos puntos del occidente del país durante el paso de las bandas de lluvia y los vientos alcanzarán fuerza de tormenta tropical desde el final de la mañana, incrementándose durante la tarde hasta alcanzar velocidades sostenidas entre 65 y 80 kilómetros por hora, con rachas de hasta 100 kilómetros por hora.
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En la península de Guanahacabibes, extremo más occidental de Cuba, los vientos pueden alcanzar la fuerza de huracán en rachas desde el mediodía.
A su vez, se pronostican inundaciones costeras de moderadas a fuertes en la costa sur de las provincias de Artemisa y Pinar del Río, así como de ligeras a moderadas en la provincia de Mayabeque, y la combinación de las precipitaciones con el efecto del mar puede incrementar el riesgo de inundación en algunas zonas bajas.
