En la decisión publicada este miércoles, el juez Jean Leek reconoce que Lula tiene derecho a voto, pero su "sujeción a claustro" (el hecho de estar preso) impide que vaya a la zona electoral en la cual podría votar, "no compitiendo a esta justicia especializada tratar de su libertad de movimientos".
Lo que quiere decir el juez es que según la ley, Lula podría desplazarse a otro punto para votar, dado que según la Justicia Electoral se necesitan al menos 20 electores presos para instalar una urna, lo que no ocurre en su caso.
El juez argumenta que la Justicia Electoral podría haber hecho viable el derecho del expresidente, pero que ahora ya no hay tiempo debido a una "inviabilidad técnica".
Lula está cumpliendo una condena de 12 años y un mes por delitos de corrupción; era el candidato del Partido de los Trabajadors (PT) a la presidencia y el favorito en la carrera electoral, pero su candidatura fue inhabilitada por la Justicia.
Le sucedió como candidato Fernando Haddad, que está en segundo lugar en las encuestas de opinión, superado por el ultraderechista Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal).