El grupo está formado por "12 hombres, cuatro unidades operacionales y cuatro camiones" y pretende evitar cualquier tipo de amenazas a la estructura del edificio y eventuales focos de incendio sobre los escombros, según explicaron fuentes de los bomberos a la Agencia Brasil.
Del edificio original se han mantenido las fachadas y algunas paredes internas, pero la mayor parte se convirtió en escombros, donde el personal de museo confía en encontrar algunos restos.
"Será todo un trabajo arqueológico retirarlo, porque hay mucho material y tendremos que trabajar de forma detallada", explicó a la vicedirectora del museo, Cristina Serejo.
Los responsables del centro estudian cubrir el edificio con un tejado provisional para proteger los restos del impacto de la lluvia.
También se habilitarán unos contenedores en los alrededores del edificio, donde se trasladarán los escombros y se irá peinando poco a poco el material, para intentar rescatar el máximo de objetos posible.
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Se espera que se trate de los restos de "Luzia", uno de los tesoros del museo; con 12.000 años de antigüedad se considera el fósil de la primera americana.
El museo se formó en base a las colecciones del rey Juan VI de Portugal, que se trasladó a este edificio de Río de Janeiro con la familia real cuando dejó Lisboa huyendo de Napoleón.
Antes de que se convirtiera en museo el palacio real fue el escenario de la firma de la declaración de independencia de Brasil en 1822 y de la primera Asamblea Constituyente de la República.