"Ordóñez es una persona que ha realizado un trabajo sistemático en contra de los postulados principales de una organización que tiene como propósito y finalidad trabajar para fortalecer la paz y promover los derechos humanos", indicó Cepeda en una misiva que envió a la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Margarette May Macaulay.
"En octubre de 2017 la Corte Suprema de Justicia abrió investigación en su contra por presuntamente haber realizado nombramientos irregulares durante su gestión en la Procuraduría General (…), el Consejo de Estado (…) declaró la nulidad del acto por el cual el Senado de la República eligió al señor Alejandro Ordóñez como Procurador General", agregó Cepeda.
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La designación de Ordóñez como embajador ante la OEA ha sido cuestionada por varios sectores colombianos debido a sus posturas radicales respecto de temas como el aborto, la legalización de algunas drogas y el matrimonio igualitario, por lo que incluso integrantes del colectivo LGBT iniciaron una recolección de firmas para que el Gobierno desestime su nombramiento, ya que —aseguran— no se sienten representados por Ordóñez.
Sin embargo, el presidente de Colombia, Iván Duque, defendió el nombramiento de Ordóñez ante el organismo debido a su amplia trayectoria en diferentes cargos públicos.
Por su parte, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, defendió al exprocurador y destacó que pese a las posiciones radicales de Ordóñez "los embajadores no son nombrados para que emitan opiniones personales, sino para que cumplan instrucciones".
Entre los más fuertes críticos de Ordóñez se encuentra también el excandidato presidencial de izquierda y actual senador Gustavo Petro, quien lo califica de homófobo, antisemita y fascista.
