"Esta tragedia refleja perfectamente el abandono del poder público; todos estaban avisados, no se ha quemado por sorpresa, es un buen ejemplo de cómo están las cosas en Brasil", comentó a Sputnik la joven de 19 años Ágatha Monteiro, estudiante de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
La UFRJ, titular del museo considerado uno de los más importantes del país, y muchos de sus estudiantes y de otros centros se quisieron acercar al museo, vestidos de luto en señal de duelo.
Manifestantes e agentes da Guarda Municipal discutem na entrada da Quinta da Boa Vista. Eles não autorizam a entrada dos alunos #G1Rio pic.twitter.com/S3eahZwyrQ
— Fernanda Rouvenat (@frouvenat) 3 сентября 2018 г.
El Museo Nacional de Río está situado en el centro de un parque, la Quinta de Boa Vista, cuyas grandes puertas de hierro forjado permanecieron cerradas durante la mañana para impedir el paso de los curiosos.
Algunos manifestantes protestaban y se encaraban con los policías desplegados en la zona para poder acceder al recinto donde está el museo, mientras otros mostraban pancartas aludiendo a la dejadez del Gobierno a la hora de cuidar del patrimonio cultural.
Guarda Municipal usou spray de pimenta após manifestantes tentarem forçar entrada na Quinta da Boa Vista #G1Rio pic.twitter.com/kYbuXAUzlp
— Henrique Coelho G1 (@Henriqueg112) 3 сентября 2018 г.
Para Fátima Ornelas, profesora de un centro de educación secundaria, la pérdida es irreparable no solo por el valor de la colección del museo, sino también por toda la "memoria afectiva" que albergaba.
El Museo Nacional fue el primero para generaciones enteras de niños de Río, que quedaban fascinados con la sala de las momias egipcias o el esqueleto de un Maxakalisaurus topai, un enorme dinosaurio.
#3Sep Ante los daños causados por el incendio en el Museo Nacional de Río de Janeiro, un grupo de estudiantes de la UNIRIO se empezó a movilizar para colectar y preservar la memoria del museo a través de fotografías, videos y hasta selfies tomadas por los visitantes #Brasil pic.twitter.com/ABBfJAeFWi
— Germán Dam (@GEDV86) 3 сентября 2018 г.
De entre los más de 20 millones de objetos que albergaba el museo se destacaba el cráneo de Luzia, el esqueleto más antiguo encontrado en toda América, con 12.000 años de antigüedad.
Cuando las llamas del incendio aún no se habían extinguido, algunos líderes del país, como el ministro de cultura, Sergio Sá Leitao, o el alcalde de Río, Marcelo Crivella, se apresuraron a prometer todos los recursos necesarios para la reconstrucción del museo.
Las palabras causaron una fuerte indignación entre los brasileños que se concentraban este 3 de septiembre a las puertas del museo.
"No se puede reconstruir un patrimonio de miles de años, lo hemos perdido para siempre, es inhumano lo que han hecho", dijo Monteiro.
El Museo Nacional de Río sufría de recortes presupuestarios desde el año 2014 y muchas de sus salas estaban en muy mal estado, con humedades, goteras, cables eléctricos a la vista, etc, por lo que gran parte de los manifestantes consideran que el incendio era una tragedia anunciada.