El informe destaca que "el país registró 63.880 muertes violentas en 2017, un aumento del 2,9% en comparación con 2016".
Buena parte del aumento se debió a las muertes provocadas por la policía, que aumentaron un 20% frente a 2016.
En cambio, el número de policías que perdieron la vida disminuyó un 4,9% en comparación con 2016: 367 policías civiles y militares fueron víctimas de homicidio en 2017, frente a los 386 de 2016.
Los indicadores que afectan a las mujeres también aumentaron considerablemente: las mujeres víctimas de homicidio aumentaron un 6,1% (4.539), y hubo 221.238 casos de violencia doméstica (606 denuncias cada día), mientas que las violaciones aumentaron un 8,4% y se llegó a los 60.018 casos.
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Por estados, el más violento es Río Grande do Norte (norte del país), con una tasa de 68 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, mientras que en el otro extremo está São Paulo (sureste), la región más rica de Brasil, con 10,7 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
El Gobierno central gastó un 6,9% más y un 0,2% más los estados, que son los que tienen más responsabilidad al tener las competencias en seguridad pública (gastaron 69.800 millones de reales, 18.300 millones de dólares).
El Forum Brasileño de Seguridad Pública está formado por varias instituciones académicas que realizan su informe en base a los datos de las policías de todos los estados; sus conclusiones se toman como oficiales, ya que el Gobierno brasileño aún no tiene una base de informaciones a nivel nacional.
