"Tenemos 17.000 personas (migrantes nicaragüenses solicitando refugio), no estamos en un contexto que nos obligue a decir crisis, estamos tratando de mantener una situación controlada, registrando a todas las personas", afirmó Vargas en entrevista con el medio Costa Rica Noticias.
Nicaragua vive una grave crisis desde el 18 de abril pasado, cuando comenzó una ola de protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega que derivó en duros enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
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En el marco de las manifestaciones antigubernamentales han muerto ya cientos de personas.
Desde abril Costa Rica registró alrededor de 8.000 solicitudes de asilo de nicaragüenses y alrededor de 15.000 más recibieron citas para su posterior registro debido a que las capacidades nacionales de procesamiento se vieron desbordadas, consignó Acnur en el texto de prensa.
Sin embargo, la directora de Migración reconoció que "hay un flujo mayor de migrantes" y por eso se está "en la etapa de buscar un lugar más grande (alojamiento), que sería alquilado por Acnur, y de contratación de más personal; serían 65 personas que ingresarían a los equipos de trabajo, y esa cooperación vendría de ellos".
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Vargas indicó que Costa Rica sí vivió una crisis migratoria en 2015 con la llegada masiva de cubanos, cuando arribaron 8.000 personas "en un solo momento en la frontera, que es pequeña, con un espacio pequeño de atención como es Paso Canoas (suroeste); y definitivamente el aprendizaje de atender esas situaciones de emergencia nos permiten desarrollar buenas prácticas".
Ese comité está presidido por la primera vicepresidenta y canciller Epsy Campbell.
El 8 de agosto se reunirá ese equipo con todas las instituciones de Gobierno para elaborar una estrategia nacional de atención, anunció.
"Ya teníamos abiertos dos centros de atención, se llaman Centro Temporal de Atención de Migrantes; tenemos uno en el norte y uno en el sur", indicó.
Sin embargo, los nicaragüenses, "por ser una población que tiene una característica distinta, prefieren alojarse en casa de familiares o de amigos porque el gran porcentaje ya se encontraba dentro del país, así que solo tenemos 10 personas en el norte y una en el sur de nacionalidad nicaragüense utilizando el servicio", dijo Vargas.
Esa red institucional también ayuda a los nicaragüenses a conseguir empleo en Costa Rica o a insertarse en centros de estudio y universidades.
El 30% de los nicaragüenses que llegaron en estos meses son jóvenes, afirmó.
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Para atender esa demanda, la Universidad de Costa Rica amplió su periodo de matrícula y con ello han ingresado 115 nicaragüenses.
"Hay estudiantes de comunicación que están siendo reconocidos porque huyeron porque forman parte del Movimiento 19 de Abril", uno de los grupos opositores más combativos contra el Gobierno de Ortega, añadió.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos informó en un comunicado que desde el comienzo de las protestas, el 18 de abril, y el 30 de julio fallecieron 317 personas, 21 de ellas policías.
La no gubernamental Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos informó el 26 de julio pasado que los muertos llegaron a 448.
El presidente de Nicaragua dijo a la cadena de noticias CNN que los muertos suman 195.
El Gobierno de Ortega atribuye el derramamiento de sangre a sectores violentos de la oposición que intentan ejecutar un "golpe blando".