"Personalmente creo que es una necesidad, el país está en una situación compleja en cuanto a ingresos de la caja fiscal y los subsidios son un peso importante, por encima de los 3.000 millones de dólares al año entre gas, gasolina y diésel", señaló el ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, en una entrevista con radio Sonorama.
De allí que el Gobierno ve como una necesidad revisar la entrega de subsidios y tanto el Ministerio de Economía y finanzas como el de Hidrocarburos "hemos preparado una cantidad de escenarios y alternativas para que el señor presidente (Lenín Moreno) tome la decisión", apuntó Pérez, quien considera demás que "el país entiende claramente cuál es la situación y si bien no es de agrado, está dispuesto a aceptar una revisión de los precios".
El funcionario reconoce que la medida puede ser antipopular, sin embargo, afirma que esto "se debió haber hecho hace años" a pesar del "impacto político", porque "un Gobierno serio debe analizar eso por encima de su beneficio político".
Para paliar el efecto que pueda tener en la ciudadanía, la idea del Gobierno sería "focalizar" los subsidios, es decir, "afectar más a las personas que más ingresos tienen y menos a las personas de menos ingresos y en ese sentido se están utilizando alternativas".
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Cálculos oficiales revelan que una familia que consume 300 dólares de combustibles semanalmente, en realidad estaría pagando apenas 100 dólares debido a la subvención.
Otra de las medidas apuntaría a "evitar el contrabando de combustibles a países vecinos (Colombia y Perú) que hoy por hoy salen de las fronteras y eso es algo que requiere mucho control".
Según cifras del Banco Central del Ecuador, entre enero y mayo de este año, el país destinó a este tipo de subsidios 309 millones de dólares más de lo gastado en el mismo periodo del año anterior.
Actualmente, el Estado proporciona 16 tipos subsidios a sus ciudadanos entre sociales, médicos y de combustibles.
