La diputada argentina Elisa Carrió, parlamentaria de la coalición oficialista Cambiemos, recomendó a la clase media y alta entregar más propinas como una de las soluciones para estimular los salarios. La propuesta suscitó todo un debate en las redes sociales y avivó la polémica en plena crisis financiera.
Es una costumbre completar con la propina recaudada el salario de meseros para llegar a la cifra mínima establecida, manteniendo así remuneraciones inferiores en las contrataciones.
Así sucede en otras naciones sudamericanas donde algunos empleados de los sectores hoteleros y gastronómicos ganan salarios más bajos de lo normal y las altas propinas vienen a compensar los sueldos bajos.
En Argentina lo adecuado es dejar alrededor del 10% en restaurantes y servicios de hotelería, mientras que el monto varía en los taxis de acuerdo al redondeo.
De ahí que la diputada Fernanda Vallejo, del Frente para la Victoria propusiera como respuesta a las idea de Carrió un proyecto de ley de propinas que establezca para los trabajadores gastronómicos el 10 % de lo facturado en hoteles y restaurantes.
Más allá de la polémica ¿qué establecen otras naciones?
En algunos países como Costa Rica existen regulaciones que exigen un mínimo. La ley costarricense establece el derecho a la propina de los trabajadores de restaurantes, bares y otro tipo de establecimientos, además del salario, con un 10% adicional proporcionado por el consumidor.
En México, se acostumbra un 10% del valor de la cuenta solo por cortesía pues la ley aclara que no es obligatorio.
República Dominicana también cumple con este porcentaje y el empleador está obligado a incluirlo en la cuenta total.
En Cuba, esta costumbre está menos arraigada aunque en los últimos años los turistas han insertado poco a poco el hábito de dejar un 10%. También sucede que la propina recaudada se reparte entre todos los trabajadores, ya sean cocineros o personal de limpieza.
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Brasil fue uno de los últimos países en sumarse a la regulación de propinas cuando en marzo de 2017 sacó una ley que regula las ‘gorjetas' (como se le llama en portugués), estableciendo que el 20% del dinero extra será para el negocio y el 80% para los meseros.
Colombia, es el país más nuevo de Latinoamérica en adoptar una ley que regule la repartición de propinas en los establecimientos comerciales, donde el dinero recogido de los aportes voluntarios del cliente se distribuirá mensualmente entre los empleados.
Los establecimientos que no cumplan están expuestos al cierre provisional, a la pérdida de la licencia o a una sanción de tipo económico, según publica el sitio Noticias RCN.
En ocasiones el mozo se ve obligado a preguntar al cliente si desea agregar la propina al pago que por lo general es el 10%, salvo que se ordene desde el bar donde ésta suele ser menor.
En el caso de Chile, la ley establece que "los establecimientos como restaurantes, cafeterías y bares en donde un mozo atiende al público, deben sugerir en cada cuenta de consumo al menos un 10 % del valor, destinado a una propina la cual debe ser pagada por el cliente, a menos de que él manifieste lo contrario".