"Cuando entré en el Gobierno el PIB anterior era de —3,6%; enseguida, en el primer año, crecimos al 1%, y ahora era del 3% al principio, ahora del 2%, por ahí, debido a las dificultades naturales por las que estamos pasando", explicó el mandatario en un evento sobre créditos al sector agrícola en Brasilia, según recoge una nota oficial.
Las primeras previsiones del Gobierno para 2018 eran de un crecimiento de 3% del PIB, pero los informes más recientes del ministerio de Economía pronostican un crecimiento de 2,5%.
Temer no detalló cuáles son las "dificultades naturales" que están frenando el crecimiento de la economía brasileña, pero la huelga de camioneros que vivió el país en mayo afectó de forma decisiva.
La producción industrial en ese mes, por ejemplo, cayó 10,9% debido a las paralizaciones de los transportistas, según datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
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