"Con un riesgo país de ese nivel [elevado], nosotros creemos que no es el mejor momento para que Ecuador emita bonos, el Ecuador sí necesita financiamiento pero hay otras opciones y ya estamos por concretar en las próximas semanas esas otras opciones de financiamiento externo", afirmó Martínez, aunque no especificó cuáles serían estas fuentes.
Las necesidades de financiamiento, para la segunda mitad de este año, ascienden a unos 7.500 millones de dólares.
Semanas atrás, el BM y el FMI se comprometieron en cooperar con Ecuador en varios aspectos, entre ellos la asistencia técnica "que permitirá mejorar y robustecer la transparencia y la responsabilidad fiscal", indicó el ministro.
Martínez afirmó que Ecuador transmitió a Pence "la necesidad de tener un soporte que permita en los organismos multilaterales generar mayores fuentes de financiamiento y con unas condiciones más favorables para Ecuador".
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"Sienten un nuevo momento en el que se abre espacio para las inversiones, un momento que se abre espacio para los multilaterales y estamos convencidos de que todos estos mensajes van a ser llevados hacia estos organismos", agregó.
La intención de Ecuador entonces es acceder a otro tipo de fuentes de financiamiento en condiciones más favorables que las que podrían darse a través de una emisión de bonos soberanos.
La deuda del país, sin considerar otras obligaciones del Gobierno, llega a casi 49.000 millones de dólares, de los cuales, 62,4% pagan tasas de interés mayores a 5,1%, según las cifras del último boletín del Ministerio de Economía.
La última emisión de bonos que Ecuador realizó tuvo lugar en enero de este año, por un monto de 3.000 millones de dólares a una tasa de 7,85%.
En total, desde su regreso al mercado de capitales en 2014, el país ha emitido 14.750 millones de dólares en bonos soberanos.