En un comunicado, la Policía Civil [que lideró esa operación], informó que abrirá una investigación para aclarar "las circunstancias de la muerte", pero negó que los disparos que mataron al adolescente salieran de un helicóptero que participó en la operación, algo poco común y que fue muy criticado por ONGs y activistas de derechos humanos.
"No hay ningún registro de que nadie haya sido afectado por tiros venidos de la aeronave empleada en la operación de la Maré", subrayó la policía, que aseguró que este tipo de acciones se dan para "garantizar la seguridad de los habitantes" de ese barrio.
En declaraciones recogidas por el portal de noticias G1, la madre del adolescente, Bruna da Silva, cargó contra el Estado brasileño por su irresponsabilidad al disparar sin cuidado cuando realiza operaciones contra el narcotráfico en las favelas.
"Mataron a un niño yendo a la escuela; ¿qué tipo de delincuente lleva esto en la mochila? Éste era su armamento", exclamó la madre mostrando los cuadernos y material escolar del joven.
El asesinato del menor de edad desató las críticas de activistas y especialistas en seguridad pública, que vienen cuestionando la estrategia implementada con la intervención federal decretada el pasado mes de febrero, cuando el presidente Michel Temer colocó a las Fuerzas Armadas al frente del combate al delito.
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El Observatorio de la Intervención, creado desde la sociedad civil para monitorear el despliegue militar, criticó con dureza el trabajo de la Policía Civil, remarcando que en su día prometió aclarar el asesinato de la concejala Marielle Franco (que era natural de la Maré) y que no sólo no encontró a los culpables sino que además carga contra la población civil.
La Policía Civil informó que durante la operación se aprehendieron cuatro fusiles, dos pistolas, cuatro granadas, drogas y herramientas para destrozar y robar en cajeros electrónicos de los bancos.
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