"El Gobierno brasileño sigue con mucha preocupación el aumento de casos de menores brasileños separados de sus padres o responsables que se encuentran bajo custodia en albergues de EEUU, lo que configura una práctica cruel y en clara disonancia con los instrumentos internacionales de protección a los derechos del niño", expresó el ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil en un comunicado.
La nota oficial también subraya que el Gobierno brasileño espera que la orden ejecutiva emitida el 20 de junio por el presidente estadounidense Donald Trump, implique la "efectiva revocación" de la práctica de la separación entre niños y sus padres o tutores legales.
Además, la cancillería orientó a sus consulados de Brasil en el país norteamericano a que refuercen las medidas que ya se vienen adoptando en los últimos años para proteger a los connacionales menores de edad.
Entre esas medidas están: mapear todos los albergues del país para identificar nuevos casos, intensificar la asistencia consular a menores y orientar a los padres sobre las acciones legales disponibles para recuperar la guarda, y buscar la reunificación familiar.
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El Gobierno brasileño también contempla "campañas aclaratorias" sobre los riesgos de la travesía de la frontera, especialmente con menores de edad, realizadas en coordinación con los consejos de ciudadanos brasileños que viven en EEUU.
El ministerio no ofreció datos oficiales sobre el número de niños brasileños que fueron separados de sus padres al ingresar en EEUU, pero según declaraciones a la Agencia Brasil del cónsul brasileño en la ciudad estadounidense de Houston, Felipe Santarosa, serían al menos 49.
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Según el diplomático los datos fueron facilitados por las autoridades estadounidenses, pero no hay detalles sobre la edad de los menores ni sobre la ciudad en la que se encuentran.