"El monto es de 50.000 millones de dólares, 11 veces la cuota de Argentina al FMI", lo cual es una prueba de la confianza depositada en el Gobierno de Mauricio Macri, dijo Dujovne.
"Decidimos acudir al fondo en forma preventiva, para evitar una crisis. Actuamos con muchísima responsabilidad, con muchísima premura, siempre pensando que tenemos que evitar la crisis porque eso es lo que ha provocado en Argentina pobreza y destrucción de contratos", añadió.
La decisión se tomó en la sede del organismo multilateral en Washington y fue anunciada en una rueda de prensa celebrada en Buenos Aires por el ministro de Hacienda y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.
El dinero llegará a la Argentina en varios tramos. El 30% de los fondos estarán disponibles a partir del 20 de junio, cuando se espera que el Directorio del FMI proceda a la aprobación formal del crédito de 36 meses. Como contraprestación el Gobierno se comprometió a bajar el déficit fiscal y a no interferir en la libre flotación del dólar, entre otras metas que hizo explícitas en las negociaciones.
El déficit fiscal comprometido para este año es de 2,7% del PIB (Producto Interno Bruto) y de 1,3% en 2019 para llegar al equilibrio primario en 2020. Esto, según Dujovne, permitirá al país evitar un endeudamiento de 20.000 millones de dólares. El funcionario aseguró que el país bajará "el gasto público en relación al PIB en 3,8 puntos en tres años".
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El cumplimiento de esos puntos de acuerdo será monitoreado por los representantes del FMI. Planean llegar regularmente a Buenos Aires para observar la marcha de la economía.
Otro anuncio relevante fue la decisión de eliminar el financiamiento del Tesoro por parte del Banco Central, terminando una tradición de décadas en Argentina.
Antes de darse a conocer el acuerdo, el presidente argentino, Mauricio Macri, calificó el préstamo como "un punto de partido importantísimo" para el país.