El presidenciable de la Revolución Bolivariana promete seguir en la defensa de la soberanía de Venezuela y sacar adelante la economía de su país, que, según las predicciones del Fondo Monetario Internacional, cerrará 2018 con una inflación de 13.000%.
"Ahora soy un hombre más experimentado, ya no soy un novato, sé lo que quiero, sé lo que quiere el pueblo, y estoy preparado como nunca antes para los próximos seis años, y vamos a hacer de nuestra patria una patria bonita, potencia y grande", aseguró en el inicio de campaña en el estado Bolívar (sur), y lo ha repetido en cada uno de sus actos.
El sindicalista
El actual jefe de Estado siguió los pasos de su padre, y siendo chófer de las unidades de transporte público del Metro de Caracas se convirtió en sindicalista.
Más aquí: Maduro declara guerra a mafias económicas
Desde su militancia y en la lucha por los derechos de los trabajadores de esa compañía tuvo el primer contacto con quien a la postre sería el presidente Hugo Chávez (1999-2013), líder y fundador de la Revolución Bolivariana.
Seguir los pasos de Chávez ha sido una de sus banderas en esta campaña y la anterior.
Sucesor de Chávez
Cuatro meses después, Chávez fallece y se convocan elecciones, en las que Maduro resulta electo para el período 2013-2019 con 50,61% de los votos, superando al opositor Henrique Capriles Radonski, quien obtuvo 49,12%.
Antes de llegar a ese cargo, fue constituyente en 1999, diputado y presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) entre 2005 y 2006.
Te puede interesar: Maduro dice a los venezolanos que al votar darán una lección de soberanía al mundo
Posteriormente, fue canciller de Chávez durante siete años y vicepresidente de la República entre 2012 y 2013.
En ese trayecto conoció a Cilia Flores, su actual esposa, quien también fue diputada y presidenta de la Asamblea Nacional.
Plan de Gobierno
El presidente asegura que con el plan, que incluye más de 30.000 propuestas, recuperará la economía.
Entre sus principales iniciativas para diversificar la economía, netamente dependiente del petróleo, está la explotación del Arco Minero del Orinoco, un territorio rico en oro, diamantes, coltán y otros minerales.
No te lo pierdas: Maduro promete que convocará diálogo por la paz tras elecciones
Sin embargo, Maduro lleva a cuestas el peso de sanciones al Estado, a su principal industria Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y contra muchos de sus altos funcionarios, algunos presuntamente vinculados con casos de narcotráfico y otros a hechos de corrupción.
Por ello, Maduro lanzó como una propuesta, que promete "profundizar" en su nueva gestión: la criptomoneda petro, respaldada en sus reservar de crudo.
El petro surge como una opción para burlar las sanciones, pero que se vio frenada por Estados Unidos, que resolvió prohibir a las compañías y empresarios de su país cualquier transacción en esta moneda digital.
Caída del crudo
Pese a que en los últimos meses ha habido un repunte del precio de este hidrocarburo, la producción de PDVSA pasó de 2,15 millones de barriles diarios en 2016 a 1,479 millones en abril de 2018, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Otra de sus promesas es recuperar la producción de la industria petrolera con apoyo de Rusia y China, países que hasta el momento no han cerrado los créditos ni el refinanciamiento de la deuda a Venezuela.
Además: CNE denuncia que Venezuela es atacada para impedir elecciones del 20 de mayo
Por otra parte, está la advertencia de sanciones "más severas" por parte de Estados Unidos y otros países de la región, después de las elecciones, pues este proceso es considerado como un "fraude" por varios gobiernos.
Las condenas por represión dieron pie a más sanciones contra funcionarios del Gobierno de Maduro.
El mandatario promovió dos procesos de diálogo con la oposición que resultaron infructuosos, también implementó el "Carnet de la Patria" un documento de identificación por medio del cual regala bonos a los venezolanos.
Suprapoder
Además, impulsó la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente netamente oficialista, debido a que la oposición se negó a participar en las elecciones para conformarla, alegando que su creación estaba al margen de la Carta Magna.
La Constituyente fue la encargada de convocar estas elecciones, consideradas por muchos como "adelantadas" porque, si bien no está establecido en ninguna ley, usualmente los comicios presidenciales en Venezuela se celebraban a finales del período presidencial.
En esta ocasión, si Maduro no triunfa en los comicios, seguirá gobernando por ocho meses más.