"Venezuela rechaza enérgicamente las agresiones del vicepresidente de los Estados Unidos de América (…) en los últimos años la OEA ha reafirmado su condición originaria de organismo colonialista, al servicio de las ambiciones de dominación de Washington en nuestra región", expresó la Cancillería del país caribeño a través de un comunicado.
"Debemos tomar acciones concretas, como sanciones financieras, prohibir el ingreso de funcionarios y actuar a través del sistema financiero para responsabilizar [al presidente venezolano, Nicolás] Maduro", dijo el vicepresidente de EEUU.
Pence aseguró que "hay consenso internacional para aislar al régimen del dictador Maduro; hay 15 países que apoyan a EEUU, pero también lo hace el FMI [Fondo Monetario Internacional] censurando a Venezuela por no ser transparente en su economía".
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Para el Gobierno de Venezuela, estas declaraciones se traducen en un ataque contra su soberanía, con el objetivo de "perturbar la paz".
"La administración de Donald Trump [presidente de EEUU] no admite la existencia de pueblos soberanos que no están dispuestos a ceder ante las pretensiones imperialistas y supremacistas del régimen estadounidense", expone el texto.
"El 20 de mayo, sin falta, ocurrirán las elecciones presidenciales en Venezuela y el Pueblo defenderá con votos su derecho a decidir, sin intervenciones de ningún tipo", afirma el texto.
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En el comunicado se acusa a Pence de "pretender dictar órdenes a los Estados miembros para que se sumen a la campaña de agresiones contra Venezuela", lo que viola "flagrantemente el derecho internacional".
"Esta conducta arrogante de los Estados Unidos, no hace más que reafirmar la decisión de Venezuela de renunciar a su membresía en la OEA, instancia que, lejos de promover la diplomacia y la cooperación entre los países de la región, ha sido un instrumento de agresión", destaca el texto.
Venezuela inició el 27 de abril de 2017 el procedimiento para retirarse de la OEA, el cual se hará efectivo en 2019.
La decisión la tomó el presidente Maduro, luego que por mayoría se convocara una reunión de cancilleres de los países miembros para discutir la situación de Venezuela, sin la autorización del Gobierno, tras un mes de intensas manifestaciones en su contra.