"Continúa la búsqueda, en este momento participan 31 vehículos, 78 bomberos y hay 44 desaparecidos", informó el Cuerpo de Bomberos a través de la red social Twitter.
Los bomberos consideran difícil encontrar a alguien con vida debido a que ya son más de 30 horas desde que comenzó el incendio y posterior derrumbe del edificio.
Se están usando excavadoras para apartar las mayores piezas de hormigón, pero la mayoría de los trabajos se hacen de forma manual, dado que existe la posibilidad de encontrar víctimas.
Un total de 428 personas de 169 familias diferentes ocupaban el edificio Wilton Paes de Almeida, situado en la calle Paissandu, en el centro de la ciudad, según datos del Ayuntamiento de Sao Paulo.
El edificio, de 24 pisos y propiedad del Gobierno, estaba abandonado desde hace 17 años y fue ocupado de forma irregular varias veces; en los últimos años se convirtió en el refugio de familias del Movimiento de Lucha por una Vivienda Digna.
La mayoría de los desalojados del edificio no aceptaron se reubicados en albergues municipales y esperan una alternativa acampados en los alrededores del lugar del siniestro.
La Cruz Roja y otras entidades están liderando las tareas de recolección de alimentos y enseres básicos para distribuir a las familias, sobre todo ropa y objetos para la higiene personal.
Pocas horas después de la tragedia, el presidente Michel Temer visitó la zona del edificio afectado, pero tuvo que abandonar el lugar rápidamente porque fue increpado por varias personas.