“He venido a levantar la voz por nuestros héroes de la patria y la libertad de expresión, cuyas vidas fueron abatidas cobardemente. Las voces de nuestros periodistas y nuestros soldados no caerán en saco roto”, expresó la vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, durante su intervención, haciendo referencia también a la muerte de tres marinos ecuatorianos ocurrida el 20 de marzo.
“Con profundo pesar lamento informar que se confirma el asesinato de nuestros compatriotas. He dispuesto acciones inmediatas. El país está de luto. Sepamos respetar el dolor de nuestros hermanos. Ahora es tiempo de estar unidos”, escribió Moreno en su cuenta de la red social Twitter.
Moreno decretó cuatro días de luto por el asesinato de los periodistas.
Familiares de las víctimas habían viajado a Lima para reunirse con Moreno y con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y regresaron a su país junto con el mandatario al enterarse de la triste noticia.
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Todos los jefes de Estado y de Gobierno que hicieron uso de la palabra en la sesión plenaria de la reunión expresaron sus condolencias con las víctimas, sus familiares, y todo el pueblo de Ecuador.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, empezó su alocución en la ceremonia de clausura de la Cumbre manifestando su “condena” a lo que definió como un “atentado contra la libertad de expresión”.
Por su parte, el jefe de Estado colombiano aseguró que su Gobierno le ha prestado a Ecuador “todo el apoyo y toda la colaboración desde el primer momento”, y agregó que está directamente comprometido con el esclarecimiento del crimen.
“Creo interpretar a toda esta cumbre cuando le decimos al Ecuador que los acompañamos en este difícil momento”, afirmó el mandatario en la sesión plenaria.
La vicepresidenta ecuatoriana, en tanto, expresó que en Ecuador están “seguros que la corresponsabilidad de la hermana Colombia y la cooperación internacional contribuirán decididamente a las acciones” emprendidas por su Gobierno “para garantizar tranquilidad en la población de la frontera”.
El secuestro se produjo el 26 de marzo, cuando el reportero Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el chofer Efraín Segarra fueron retenidos presuntamente por el grupo Oliver Sinisterra, comandado por alias "Guacho".
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Los secuestrados estaban en la zona reportando una ola de atentados que comenzaron en la frontera el pasado 27 de enero.
