"Violencia sin precedentes en nuestra historia democrática; un juez armado de odio y de rencor, sin pruebas y con un proceso sin delito expide una orden de detención contra Lula antes de que se agoten los plazos del recurso", escribió Hoffmann en Twitter, y añadió: "Detención política, que reedita los tiempos de la dictadura".
En ese momento tendrá que empezar a cumplir la pena de 12 años y un mes de cárcel por delitos de corrupción pasiva y blanqueo de dinero.
La decisión fue sorprendente, dado que se esperaba que la entrada en prisión del líder de la izquierda se diera a partir del martes 10, cuando se termina el plazo para que el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región responda a los últimos recursos de la defensa.
A pesar de que se trataba de un formalismo se esperaba que se cumplieran los plazos, pero la tarde del jueves 5 el TRF-4 autorizó a Moro a ordenar la detención de Lula y este lo hizo en cuestión de minutos.
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Su ingreso en prisión se precipitó después de que la noche del miércoles el Supremo Tribunal Federal rechazara un recurso de habeas corpus (petición para evaluar la legalidad de un arresto) por seis votos a cinco.
