"El 76% de la población de la ciudad de Río de Janeiro apoya la intervención federal en la seguridad pública; de estos, el 69% cree que la presencia del Ejército no se ha notado de ninguna forma en la seguridad de la ciudad", dice la encuesta, elaborada junto al instituto de opinión Datafolha y el Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía (Cesec) de la Universidad Candido Mendes de Río de Janeiro.
También son altos los porcentajes de quienes tienen miedo de sufrir violencia por parte de la Policía Militar (70%), sufrir un robo o una invasión en su casa (84%) y morir asesinado (87%).
En los 12 meses anteriores a la encuesta (realizada a finales de marzo) tres de cada cuatro habitantes de la ciudad escuchó algún tiroteo (lo que equivaldría a cuatro millones de personas) y 30% (1,6 millones de personas) se vio en medio de uno de ellos.
"No vamos a engañarnos; eventos traumáticos en la ciudad, como embarazadas baleadas, policías asesinados, matanzas en favelas, aumento de robos y tiroteos indican que las políticas se seguridad siguen sin funcionar", apuntan en un artículo conjunto los investigadores Silvia Ramos, Anabela Paiva y Pablo Nunes.
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"Si la intervención no funciona, como todo indica hasta ahora, cuarenta días después del decreto, la tendencia entre la mayoría de habitantes participantes en encuestas en la calle no será la crítica a la intervención, sino el apoyo al estado de emergencia, y después al estado de sitio", advierten los autores.
A mediados de febrero el presidente Michel Temer decretó la intervención del Gobierno del estado de Río de Janeiro, que hasta entonces tenía las competencias en materia de seguridad pública, alegando que la región vivía una ola de violencia descontrolada.
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La mayoría de expertos calificaron la decisión de maniobra electoral y populista y avisaron de que no tendría resultados.
Bajo la intervención militar sucedió el asesinato de la concejala del Ayuntamiento de Río de Janeiro y activista por los derechos humanos Marielle Franco, que siempre había sido muy crítica con la estrategia de militarizar la seguridad pública.
En las últimas semanas se vivieron otros muchos episodios de violencia, como el asesinato de ocho sospechosos en la favela de Rocinha por parte de la policía y varias muertes por balas perdidas.