Según un comunicado de la empresa, "la situación de violencia llegó a niveles extremos y el coste de entrega de las mercancías en esta localidad sufrió un altísimo impacto".
Correos considera que se hicieron necesarias medidas para garantizar la integridad física de los empleados, de las entregas y de las propias oficinas, aunque la empresa se mostró dispuesta a suspender este impuesto en cualquier momento, si la situación de violencia queda "controlada".
El estado de Río de Janeiro vive una escalada de violencia en los últimos meses.
El pasado 16 de febrero, el Gobierno federal decretó una intervención militar en el área de la seguridad pública.
Lea más: Interventor de Río de Janeiro: seguridad pública aprovechará experiencia militar
Desde entonces todos los cuerpos policiales, los bomberos, el servicio de inteligencia y la administración penitenciaria dependen de la coordinación de un general del Ejército, algo inédito en la democracia brasileña.