"No vamos a impedir el ingreso de refugiados, pero vamos a ordenar el ingreso", afirmó Temer desde la ciudad de Boa Vista, estado de Roraima.
La capital de Roraima, Boa Vista, ya cuenta con 40.000 venezolanos (el 10% de la población), muchos de los cuales viven en la calle o en condiciones muy precarias.
En la reunión de este 12 de febrero, transmitida por la Presidencia brasileña a través de Twitter, Temer destacó la preocupación, "casi piedad", por "aquellos venezolanos que son obligados salir del país sin desearlo, porque salen porque no hay condiciones de vida en el Estado venezolano y vienen para acá en situación de miseria absoluta".
El mandatario agregó que el Gobierno brasileño tiene "que cubrir también este aspecto humano"—
Neste momento, o presidente @MichelTemer participa de reunião com líderes políticos de Roraima. #AgoraéAvançar pic.twitter.com/Y6FLRpqk2E
— Planalto (@planalto) February 12, 2018
"No los vamos a dejar que pasen hambre", aseguró, y prometió medidas para "que tengan servicios de salud" y "un documento de identidad provisorio".
El Gobierno de Roraima solicita desde hace meses ayuda urgente al Gobierno central, sobre todo para la capital Boa Vista.
Al respecto, Temer indicó que implementará una "medida provisoria para tratar este asunto", sin dar más detalles, aunque garantizó que "no faltarán los recursos necesarios para solucionar la situación de los venezolanos en el aspecto humanitario".
Anteriormente, un hombre arrojó un artefacto explosivo y prendió fuego una casa donde viven 31 venezolanos en Boa Vista, informó el viernes la Policía.
Las autoridades sospechan que se trató de un intento de homicidio motivado por xenofobia.
Este no sería el primer incidente de estas características en la ciudad, ya que el jueves pasado un niño de tres años y su padre (ambos venezolanos) resultaron heridos tras otro incendio provocado en su casa.
La situación de los inmigrantes venezolanos en Boa Vista es crítica debido a la falta de alojamientos e infraestructura básica para acogerlos.