"Creemos que esta fue una visita positiva, desde el punto de vista de cómo nuestro país también ha madurado desde la primera visita de un Papa (Juan Pablo II) hace ya 30 años", comentó Narváez en conferencia de prensa.
La ministra aseguró que al Papa lo fueron a ver "cientos de miles de personas que escucharon su mensaje de amor, de unidad, de diálogo, de respeto, del cuidado de nuestra tierra y de la importancia de escuchar a los que más lo necesitan".
"En este último tiempo hemos avanzado como país en temas fundamentales que también están en la agenda de la iglesia Católica, como es el abordaje de las desigualdades en Chile", dijo Narváez.
Se refirió también a los hechos de violencia que marcaron la visita del Papa, donde se registraron una serie de ataques incendiarios en contra de iglesias y parroquias en Santiago y en La Araucanía, con mensajes de protesta contra la institución católica.
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Aseguró que las otras formas de manifestación en contra del Papa se desarrollaron "en el marco que hemos pedido siempre, que sean con respeto, con tranquilidad y sin violencia".
El balance positivo del Gobierno se produjo a pesar de los comentarios que hicieron los medios locales e internacionales de la visita del Papa a Chile, quienes destacaron por sobre todo la baja concurrencia de los chilenos a las actividades públicas del sumo pontífice y la defensa que hizo Jorge Bergoglio a favor del obispo chileno Juan Barros, quien ha sido acusado de encubridor de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
