"Amigos míos, estamos aquí reunidos exactamente para celebrar un hecho que es extraordinario; es algo que no ocurría desde 1999", dijo el mandatario a sus ministros más cercanos, según recoge un comunicado del Gobierno.
Temer resaltó que una inflación más baja equivale a "más empleos, más comida en la mesa y más rendimiento de los ahorros" y estimuló a su equipo para seguir luchando por la recuperación económica del país.
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La regla del Gobierno brasileño sostiene que lo ideal es que la inflación se sitúe alrededor del 4,5% con un margen +/- dos puntos.