"Es legítimo que los candidatos busquen figurar en un debate, pero debe haber límites; los políticos deben subir el nivel y erradicar los ataques personales", comentó.
Al igual que en instancias anteriores, cada presidenciable tuvo un tiempo determinado para responder las preguntas que les hacían los periodistas, pero si en su respuesta aludían a otro de los postulantes, este tenía dos minutos para responder.
Esta herramienta fue utilizada mayormente por el candidato del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami (izquierda), quien inició sus intervenciones interpelando directamente a los candidatos que encabezan las encuestas: el derechista expresidente, Sebastián Piñera (2010-2014) y el senador oficialista Alejandro Guillier.
Más aquí: Nuevo proyecto de izquierda en Chile
En una de sus respuestas, Enríquez-Ominami dijo a Piñera que sus exasesores eran "abogados de narcotraficantes", y denunció que desde el comando de Guillier se realizaron "amenazas de muerte" en contra de su persona.
"Enríquez-Ominami cree que esta estrategia confrontacional y agresiva puede hacerle sumar un par de votos, pero esto le hace mal a la política nacional; él no hace ataques en base a ideas y contenido, sino que descalifica personalmente", afirmó Briceño, panelista de Radio El Conquistador.
La especialista aseguró que el candidato del Partido Progresista contribuyó a "aumentar el desprestigio de la política y de los políticos en Chile".
Mientras que los que más se vieron afectados fueron Guillier y Piñera, que son "los que tenían más que perder", ya que no mantuvieron "la paciencia cuando fueron emplazados".
"Afortunadamente para Piñera, se le hicieron más preguntas en los temas que él maneja mejor, que son los temas económicos y las cifras, y no se tocaron asuntos más complicados para él que son los temas valóricos", dijo Briceño.
Además: Partido Comunista de Chile legitima elecciones en Venezuela
Asimismo, señaló que este tipo de debates con formatos rápidos y de respuestas cortas "en la práctica no tiene un efecto real sobre el electorado".
"Es difícil que un candidato gane votos, ya que no hay tiempo para proponer nada concretamente; de hecho es más fácil que un candidato pierda votos si es que tiene una caída muy fuerte en algún tema", analizó.
Momentos destacados
Uno de los momentos más comentados del debate fue cuando Piñera atribuyó la frase "miente, miente, que algo queda" al líder de la Revolución Rusa, Vladímir Lenin, lo que fue corregido por el candidato del Partido Unión Patriótica, Eduardo Artés (izquierda).
También fue muy comentado en redes sociales el momento en que uno de los periodistas participantes del debate le preguntó a Kast cuál era su postura sobre la enseñanza de métodos anticonceptivos en los colegios.
"¿Usted qué método usa?", contrapreguntó Kast al periodista, quien visiblemente incómodo respondió que estaba casado y que no era candidato.
Según la última encuesta de opinión, Piñera tiene 44% de las preferencias de los votantes, seguido por Guillier con 19%, Sánchez con ocho por ciento, Enríquez-Ominami con cuatro por ciento, la candidata oficialista y senadora Carolina Goic con tres por ciento, Kast con dos por ciento, el candidato de izquierda, Alejandro Navarro, con 0,5% y Artés con 0,1%.
"Nivel de candidatos presidenciales de Chile en debate fue bajo" https://t.co/KX7xXY2lKA
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) October 4, 2017
En caso que el candidato más votado no supere el 50% más uno de los votos, deberá medirse en segunda vuelta con el segundo candidato más votado.
Esta eventual segunda vuelta se realizará el 17 de diciembre.