"Los individuos trabajarán con más confianza en que no les será retirada la tenencia de este recurso, lo cual es muy positivo, por ejemplo, en relación con los frutales", dijo Zayas, autor de varios textos, exprofesor universitario e investigador que asesoró en materia agrícola a sus colegas de la República Democrática de Vietnam.
En el caso de los frutales, árboles como el de mamey solo empiezan a producir después de ocho años de sembrados, ejemplificó Zayas.
Para Cuba es vital incrementar su producción de alimentos, pues debe destinar unos 2.000 millones de dólares anuales a importaciones, buena parte de ellas a pagar al contado pues proceden de Estados Unidos.
Otra modificación anunciada el miércoles duplica la superficie mínima a la que pueden aspirar las personas naturales que solicitan predios por primera vez de 13,4 hectáreas a 26,84 hectáreas.
El director de Suelos y Control de Tierra del Ministerio de Agricultura, Eddy Soca, dijo a periodistas que el mínimo de 26,84 hectáreas es para predios con destino a ganadería mayor y cultivos a realizar en lo que denominó polos productivos.
Mientras la superficie máxima autorizada pasa a ser de 67,1 hectáreas, siempre que las condiciones lo permitan y para facilitar la aplicación de tecnologías agrícolas y lograr resultados competitivos, agregó el funcionario.
Estos cambios tienen el objetivo de eliminar obstáculos y facilitar el avance del Lineamiento 162 de la Política Económica y Social aprobada en el Séptimo Congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba.
Entre 2008 y 2016 se entregaron en usufructo 1,9 millones de hectáreas de tierras ociosas, lo que constituye el 31 por ciento de la superficie agrícola del país.
De ese total, 1,73 millones de hectáreas se distribuyeron entre 222.000 personas naturales.
Para fines de 2016 había 894.000 hectáreas que permanecían improductivas.
Las personas naturales que tengan o reciban predios en usufructo podrán asociarse o integrarse a cooperativas o empresas estatales agropecuarias, azucareras o forestales.
Las nuevas medidas establecen, entre otros aspectos, la obligatoriedad de sembrar alimento animal en las tierras entregadas para ganado mayor hasta cubrir el balance alimentario de la masa que se posea.
Se incorpora asimismo como nueva causa de extinción del usufructo la utilización de financiamientos ilícitos.
Soca insistió en la condición de que todas las personas naturales que reciben tierras en usufructo las puedan trabajar y administrar de forma personal y directa.
Soca sostuvo asimismo que comenzará la aplicación gradual de los impuestos previstos en la Ley Tributaria en lo concerniente al uso, posesión y ociosidad de la tierra.
