"En el primer semestre de 2017, la producción de las principales cuencas de gas natural no asociado cayó 57% respecto al nivel alcanzado 10 años atrás y se ubica en su punto más bajo de los últimos 15 años", dijo la CNH.
De las cuatro provincias gasíferas de México, tres están localizadas en el norte del país, en la Cuenca Burgos y las plataformas Burro-Picachos y Sabinas, prolongaciones geológicas de la formación de rocas de esquisto de Eagle Ford, en Texas (sur de EEUU).
En esa región estadounidense se desarrolla una revolución de la explotación de yacimientos no convencionales gracias a la polémica tecnología de fractura hidráulica ("fracking").
La cuarta provincia gasífera mexicana está en campos terrestres de Veracruz (sureste).
"La perforación de pozos en las cuencas gasíferas ha disminuido desde el año 2006, lo que ha impactado directamente en el nivel producción", dijo la CNH en su informe oficial.
Dependencia del gas de EEUU
México incrementó sus importaciones de gas estadounidense desde un 59% de su consumo total interno en enero de 2015, a 81% en abril de este año, último dato disponible en la Secretaría de Energía.
La CNH indica en su último reporte que "la caída en la producción del gas no asociado está relacionada con el desplome del precio de este hidrocarburo, el cual perdió el 55% de su valor en 10 años".
"En junio de 2017, se registraron 15,5 equipos de perforación para la exploración costa afuera, el mayor número de los últimos 10 años (…), cerca de uno de cada dos equipos dedicados a exploración marina fueron operados por nuevos contratistas", dijo el organismo regulador estatal.
A pesar de que México sigue siendo el décimo productor mundial de petróleo crudo, debido a la pronunciada caída de su producción de hidrocarburos (crudo y gas natural), es el destino de casi el 60% de las exportaciones gasíferas totales de EEUU.
En materia de gas, México ocupa el lugar 18 entre los mayores productores de gas seco del mundo, y de 2000 a la fecha ha descendido dos lugares.
El Plan Nacional de Infraestructura del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) contempla una inversión total sin precedentes, de más de 12.600 millones de dólares para la construcción de 8.500 kilómetros de nuevos gasoductos, que estarán listos en 75% a finales de 2018.
México compró cerca de 3.600 millones de dólares de gas natural a empresas de EEUU en 2016.
El volumen de importación de ese combustible fósil se elevó el año pasado a 1,36 billones de pies cúbicos a través de ductos, un incremento de casi 30% comparado con el año anterior.
El 13 de julio, la CNH adjudicó en nombre del Estado mexicano 21 de los 24 bloques ofertados en un concurso de licitación en la segunda y tercera convocatoria de la Ronda Dos (2.2 y 2.3), que continúa con la apertura a la inversión privada y extranjera que se comenzó a implementar en julio de 2015 para poner fin a ocho décadas de monopolio de la empresa estatal petrolera Pemex.