"Seguimos muy de cerca la situación, tanto con los países miembros como con los socios en la región y en el mundo", dijo en una rueda de prensa el 2 de agosto.
Añadió que "habrá una respuesta de acuerdo al desarrollo de la situación".
El pasado domingo 30 de julio se realizó en Venezuela la elección de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente, en medio de una ola de protestas y amenazas de boicot contra el proceso por parte de la oposición, que calificó de ilegal la convocatoria.
La dirigencia de los partidos que adversan al presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció, desde el momento que se presentaron los resultados de participación, que el Consejo Nacional Electoral (CNE) había cometido un fraude, afirmando que los votos no superaban los tres millones.
Según el CNE votaron más de ocho millones de personas.
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Más de 40 países manifestaron que desconocerán la Constituyente y condenaron la muerte de diez personas, durante una de las jornadas electorales más violentas que ha vivido el país en los últimos diez años.