"Repudiamos en toda su extensión este grosero injerencismo que se ha desatado contra la República Bolivariana Venezuela (…) Hemos visto cómo se ha arremetido ya no contra un Gobierno, ya no contra unas instituciones, ya se ha arremetido contra el gentilicio del pueblo de Venezuela, que es sagrado", expresó el general.
El ministro denunció, a través de un mensaje transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión, que una alianza de gobiernos actúa de manera "confabulada y sistemática" contra Caracas, e instó a la población y la fuerza armada ha "cerrar filas" ante los agresores.
"Venezuela no se somete a los designios ni órdenes de ningún gobierno o potencia extranjera", expresó.
El presidente estadounidense Donald Trump, en "un acto de afrenta a la independencia nacional, ha osado a amenazar de modo vil y desmesurado al pueblo venezolano", dijo el ministro, y aseguró que esta acción representa la negación de normas elementales de diplomacia y una "patética demostración de improvisación".
Trump afirmó el 17 de julio que prepara sanciones contra Venezuela.
"EEUU no se quedará quieto mientras Venezuela se desmorona; si el régimen de Maduro impone su asamblea constituyente el 30 de julio, EEUU tomará fuertes y prontas acciones económicas", afirmó a través de un comunicado.
"SUMISIÓN" DE LA UE
Padrino López también calificó de "insólitas" las declaraciones de la alta representante de la UE, Federica Mogherini, quien llamó a Maduro a suspender la Constituyente y le recordó la posibilidad de establecer sanciones en su contra en el caso de que siga insistiendo en permanecer "al margen de la Constitución".
El ministro consideró que Mogherini ha asumido una actitud "sumisa" a los intereses de EEUU.
"De igual modo, resulta indignante la evidente parcialización y las nefastas amenazas de esta funcionaria, y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en estricto apego a la misión asignada en la Carta Magna y su irreductible compromiso de lealtad, censura las aberrantes ofensas contra el ciudadano Nicolás Maduro", agregó.
Venezuela atraviesa desde hace tres meses una de las mayores crisis políticas de los últimos cuatro años.
Las manifestaciones contra el Gobierno han dejado 96 muertos y más de 1.400 heridos entre los que se encuentran opositores, oficialistas, funcionarios de seguridad y transeúntes.
El jefe de Estado convocó la Asamblea Nacional Constituyente como una vía de diálogo nacional, luego que la oposición se negara a retomar alguna otra vía de conversaciones.
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Sin embargo, desde que se llamó a este proceso, la oposición ha intensificado sus manifestaciones e incluso a finales de mes de junio llamó a la desobediencia civil, un plan al que también ha dado apoyo la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, quien hasta el pasado 31 de marzo fue considerada una figura cercana a la revolución bolivariana.
