"Esta posibilidad de una alianza estratégica con Hughes es basada en nuestra capacidad tecnológica", sostuvo el mandatario en declaraciones con Radio 6 Bariloche.
"No queremos repetir esa experiencia, (de) que lanzamos un satélite y está vacío", indicó.
De la alianza de Arsat y Hughes surgirá una nueva compañía llamada Newco, cuya mayoría accionaria, en al menos un 51%, estará bajo el control de la firma estadounidense.
Esta operación no conlleva "bajo ningún motivo ni circunstancia la privatización" de la compañía "ni de ninguno de sus activos", según consideró la empresa Arsat en la carta de intenciones rubricada con Hughes el pasado 29 de junio.
Proyecto postergado
Su construcción fue frenada en marzo de 2016 por el actual Ejecutivo, que anunció por entonces que buscaría proveedores externos en Brasil, Canadá, Estados Unidos y México para financiar el proyecto.
En el documento suscrito con Hughes, Arsat aclaró que necesitaba sumar inversión privada y extranjera en este área porque los satélites "no pueden seguir financiándose en un 100% con los impuestos de los argentinos".
"La carta de intención firmada con Hughes no prevé bajo ningún motivo ni circunstancia la privatización de Arsat", insistió Rodrigo de Loredo, presidente de la compañía satelital y yerno del nuevo ministro de Defensa, Oscar Aguad.
Según el diario La Nación, Arsat aportaría 230 millones de dólares para su construcción, mientras que Hughes desembolsaría 50 millones de dólares.
La ley 27.208 referida al Desarrollo Satelital y aprobada en 2015 exige la autorización del Congreso ante "cualquier acto o acción que limite, altere, suprima o modifique el destino, disponibilidad, titularidad, dominio o naturaleza de los recursos esenciales y de los recursos asociados (…) que pertenezcan o sean asignados a Arsat".