"La Cámara no aceptará ningún cambio en la ley; ninguna medida provisional será reconocida por la Casa", avisó Maia en su cuenta de Twitter, poco después de la aprobación del texto.
Con el fin de conseguir apoyos y acelerar la aprobación del texto en las últimas semanas el presidente Temer había prometido a varios senadores que modificaría algunos puntos del texto a través de las llamadas medidas provisionales.
Entre estos puntos que algunos senadores rechazaban se encuentran el permiso para que las embarazadas puedan trabajar en lugares insalubres o el fin de la obligatoriedad del impuesto con el que se financian los sindicatos.
Con sus palabras Maia afirmó que el texto quedará tal cual se aprobó el 11 de julio y no aceptará ninguna modificación de las que había prometido Temer.
A pesar de que Temer (Partido del Movimiento Democrático de Brasil) y Maia (Partido Demócratas) son aliados los dos se distanciaron en los últimos días, según apunta la prensa local, debido a las tensiones de la crisis política y a que buena parte de los parlamentarios ya dan por segura la caída del presidente seguida del ascenso de Maia.
Temer está denunciado por corrupción y en los próximos días los diputados decidirán si autorizan al Tribunal Supremo Federal a abrir una investigación formal para juzgarle.
En ese caso sería apartado de la presidencia durante al menos seis meses y Maia se transformaría en el nuevo presidente de Brasil.