"El policía que traiciona su deber de oficio traiciona a la sociedad que juró defender", señaló en rueda de prensa el comandante general de la policía militar, Wolney Dias.
Las detenciones realizadas este jueves se enmarcan en la mayor operación anticorrupción en la historia de la policía de Río de Janeiro.
A lo largo del día está previsto que se detengan un total de 96 policías militares y 70 narcotraficantes.
El epicentro del esquema corrupto estaba en la ciudad de São Gonçalo, en el área metropolitana de Río de Janeiro, donde los policías que confiscaban armas a los narcotraficantes que dominan las favelas de la región las vendían después a otros narcotraficantes de otras favelas.
Todas las semanas, entre el jueves y el domingo, los policías detenidos recorrían en sus vehículos las calles de São Gonçalo y los narcotraficantes les pagaban a cambio de que no les molestaran en sus negocios ilícitos.
"Nos dimos cuenta de que la organización criminal no dejó de recaudar recursos del tráfico de drogas; apartamos a las naranjas podridas", dijo por su parte el comisario que lideró la operación, Fábio Barucke.
Para llevar a cabo las detenciones se contó con la ayuda de 800 policías y de 110 comisarios, según informó la policía civil.
La operación fue denominada "Calabar" en referencia a Domingos Fernandes Calabar, considerado el mayor traidor de la historia del país, ya que se alió a los holandeses que invadieron Brasil en el siglo XVII.