"Lo único que me dijo es que el chofer gritaba 'me quedé sin freno, me quedé sin freno'", señaló al canal TN el hermano de uno de los sobrevivientes, David Sosa, Claudio Sosa.
El testigo, profesor de un grupo de baile de niños y adolescentes que también viajaba en el autobús, confesó a su hermano que se "sentía muy culpable por lo que había pasado", dado que la madre de ambos falleció en el accidente del pasado domingo.
Las declaraciones del docente, que resultó herido en el siniestro, refuerzan la hipótesis de un desperfecto técnico que sugirió el lunes la familia de los conductores, y que resultaron ser padre e hijo: Jorge y Damián Pinelli.
Este último, de 30 años, era el quien conducía cuando el autobús volcó sobre costado izquierdo a 30 kilómetros de la localidad mendocina de San Rafael.
El vehículo, que transportaba en total a 54 personas, pertenecía a la empresa Talcahuano, cuya propietaria era la esposa de Jorge Pinelli.
Continúan internadas 21 personas que resultaron heridas en el accidente, ocho de las cuales se encuentran graves.
La mayoría de los pasajeros eran menores de entre cinco y 15 años de edad que volvían de un viaje hacia Malvinas Argentinas, una localidad en la provincia de Buenos Aires.
El Gobierno argentino decretó el duelo nacional por dos días, hasta este miércoles.