Catar es el principal productor de gas natural licuado del mundo. Desde inicios de junio, el país sufre un bloqueo diplomático por parte de Egipto y Arabia Saudita —entre otros Estados—, que juntos adquieren el 79% del volumen exportado por esta monarquía del golfo Pérsico.
De acuerdo con el informe del Global Gas Analytics publicado recientemente, los volúmenes provenientes de Doha e introducidos a los gasoductos argentinos aumentaron de manera considerable. Si en el primer semestre de 2016, apenas llegaron cinco cargas, en el mismo período de 2017 fueron 12.
Sin embargo, los analistas argentinos subrayan que el aumento de ventas no tiene que ver con la situación política que atraviesa Catar, sino con el hecho de que la nación pérsica tomó nota de los vaivenes del mercado argentino.
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"Enarsa, la empresa argentina que compra el gas a nivel internacional coloca licitaciones por embarques. Cada uno tiene alrededor de 80 millones de metros cúbicos. Entonces, el que oferta más bajo se la lleva y listo. [El aumento de compra de gas catarí] no es un acuerdo entre Gobiernos ni nada que se le parezca: es simplemente el sistema de mercado", explicó a Sputnik Eduardo Mario Barreiro, socio del Instituto Argentino del Petróleo y Gas.
De momento, la mayor parte de las importaciones provienen de Bolivia. Barreiro indicó que en los últimos tiempos, la nación andina bajó sus ventas a Brasil. Esta reducción de la demanda dio más aire a Argentina. "Si Bolivia cumpliera el contrato a Brasil no quedaría gas para nosotros y nos hubiera complicado bastante la vida", precisó el especialista en temas energéticos.
El gas nuevo de Argentina tiene un precio de aproximadamente 7,5 dólares el millón de BTU y se espera que vaya cayendo a 6 dólares hacia 2020. Luego, "que viene de creación de yacimientos", tiene un precio de entrada al gasoducto llamado PIST, que varía del lugar de proveniencia. Desde la provincia de Neuquén, una de las más ricas en hidrocarburos, es de 5 dólares el millón de BTU.
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"Lo que se pretende hacer es que las empresas inviertan y saquen nuevo gas. Estamos bastante mal en el tema de reserva y de producción también. Lo que nos está salvando por ahora es que Brasil está bajando las compras a Bolivia", dijo Barreiro.
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas y la suspensión de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con Catar, tras acusar a Doha de apoyar el terrorismo.
Al boicot diplomático de Catar se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.
El Gobierno de Catar lamentó el bloqueo diplomático al calificarlo de "injustificado", y aseguró que todas las acusaciones carecen de fundamento.