"Compatriotas, acá estoy, el loco Abdalá", fueron las primeras palabras de su discurso en un mitin organizado el sábado en un populoso barrio de Guayaquil (oeste).
Ante centenas de simpatizantes relató en tercera persona cómo sobrevivió a un problema cardíaco y dijo que "cuando estaba con problemas en el corazón, las oligarquías rezaban para que muera" mientras que "el pueblo rezaba para que Abdalá regrese vivo y acá está".
Asimismo, con euforia explicó a la ciudadanía que su derrocamiento se originó por un golpe de Estado comandado por "varios traidores" y mencionó entre ellos a su vicepresidenta, Rosalía Arteaga, y a Fabián Alarcón, quien asumió la presidencia en su lugar y a quien llamó "un traidor testaferro", también culpó "a las Fuerzas Armadas oligárquicas".
"Yo tengo la obligación de hablar sobre el golpe de Estado, los pobres tienen que saber la verdad, hoy me toca hablar a mí carajo", dijo gritando.
En medio de su discurso, apuntó que le inventaron juicios penales y que sus detractores "compraron jueces" y le negaron "450 providencias".
"Violaron la ley, la Constitución y 44 diputados se convirtieron en psiquiatras para declararme loco, sí, soy loco, pero soy el loco que ama", agregó en medio de los aplausos de sus coidearios.
El derrocamiento de Bucaram se dio el 6 de febrero de 1997, luego de que el Congreso Nacional lo destituyera "incapacidad mental para gobernar".
Sobre los cargos en su contra, aunque la Constitución ecuatoriana de 2008 establece que los delitos de peculados son "imprescriptibles", el expresidente fue juzgado con la Carta Magna de 1978 que sí permite el vencimiento de los procesos.
La historia nacional evidencia que los escándalos de corrupción y el nepotismo marcaron los seis meses del Gobierno de Bucaram, cuya destitución dio inicio a diez años de inestabilidad política en el país, ya que luego de su derrocamiento vendrían los de los gobiernos de Jamil Mahuad (1998-2000) y Lucio Gutiérrez (2003-2005).
El exmandatario llegó en un helicóptero hasta el lugar donde se organizó una tarima en la que le esperaban también familiares y amigos y donde estaba planificada la presentación de 12 artistas.
Según reportes periodísticos, la asistencia de simpatizantes fue menor que la prevista por los organizadores del mitin.
Bucaram no ha descartado volver a participar en la política, aunque no ha anunciado si se postulará a un nuevo cargo público.
