"Los fusiles son de los modelos AK-47, G3 y AR-10 y estaban embalados dentro de una carga de calentadores para piscinas", según informa el portal G1 citando informaciones policiales.
La aprehensión contó con la participación de agentes de la Comisaría Especializada en Armas, Municiones y Explosivos, que se inauguró en abril y es una de las principales apuestas del actual secretario de Seguridad del Gobierno del estado de Río de Janeiro, Roberto Sá.
El principal objetivo de esta unidad policial es encontrar los caminos que hacen que las armas entren tan fácilmente en la ciudad de Río de Janeiro, ya que en todo el estado cada día la policía confisca alrededor de 25.
La última gran incautación se produjo en mayo, cuando la Policía Militar se llevó 32 fusiles de narcotraficantes tras una operación contra la venta de drogas en la favela Cidade Alta, al norte de la ciudad.